El regalo llamado Dolor!

Dolor” el regalo que nadie quiere….

Escrito por: Giovanni E. Romero

Génesis 32:31 Ya había pasado de Peniel cuando salió el sol; y cojeaba a causa de su cadera.

 Esta historia es súper buena y pueden leerla completa en el Capitulo 32 en Génesis. Se trata de la lucha que Jacob tuvo contra un ángel y como el ángel lo hirió en la cadera y desde entonces Jacob no pudo caminar normal ni seguir corriendo a causa del dolor de su herida. Me causa risa esta historia porque es tan similar a lo que nos ocurre a tantos de nosotros. Jacob era un hombre acostumbrado a correr, huía cada vez que habían problemas, y había aprendido a hacer trampa para lograr lo que quería, o sea, siempre buscando un atajo para llegar mas rápido a sus metas.

Pero su vida cambiara a causa del dolor, a cambio de la bendición por la que peleó renunciaría a su habilidad a seguir huyendo de los problemas, tendría que enfrentar sus terrores. Alguna vez te has puesto un par de zapatos más pequeños que tu talla regular? A lo mejor recordaras como la última vez que lo hiciste deseabas pronto llegar a tu casa y sacártelos y andar descalzo por un rato. Te has dado cuenta como cuando andamos con un dedo lastimado parece que todo mundo nos golpea donde nos duele? Has visto como para proteger ese dedito o cualquier miembro que duele, aprendemos a esconderlo para protegerlo lo ponemos en gruesas vendas o cualquier cosa que sirva de manera que no nos lastimen mas, lo cuidamos mucho, lo enrollamos en tela, nos ponemos hielo, cualquier cosa por evitar el dolor.

Estaríamos dispuestos a sacrificarnos no jugando el partido de este fin de semana. No podremos terminar el proyecto que empezamos, la tarea se atrasa porque no puedo agarrar bien el lápiz para escribir. Todo es trastornado a causa del dolor. El dolor que tanto despreciamos nos obliga a evitar actividades que de lo contrario haríamos, nos hace cambiar posiciones. De la misma manera el dolor interno que sufrimos cuando nos desprecian, cuando nos hieren, cuando nos insultan, cuando somos rebeldes, cuando no obedemos la voz de Dios, cuando no hacemos lo que sabemos es correcto nos causa cambiar… Entienden?

El dolor es un mensajero de Dios, nos dice cuando es necesario cambiar de posición para evitarlo. El dolor nos avisa cuando ciertas actividades o comportamientos nos dolerán y empeoraran nuestra condición o incrementaran nuestro sufrimiento si no mostramos disposición a cambiar. No obedecer a lo que el corazón herido nos dice causara perdida de sensibilidad, y cuando perdemos sensibilidad al dolor también perdemos la habilidad de sentir amor. Génesis 4:6 Dios tiene una conversación con Caín y lee así: Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has enojado, y por qué has decaído tu semblante? 7Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. Caín andaba triste, o decaído porque sentía que Dios no había recibido con agrado su ofrenda y en vez de anhelar saber como podría cambiar esta percepción prefirió tomar el camino mas corto que fue ignorar lo que su corazón sentía y enojarse.

O sea, el primer paso para abrir las puertas al dolor es el enojo, la ira, el resentimiento, la falta de perdón en nuestras vidas esto trae consigo depresión, tristezas y desanimo generalizado. Pero si seguimos leyendo Dios le dice a Caín, si bien hicieras, no serias enaltecido? o sea, la solución a nuestra tristeza, al sentirnos despreciados o marginados esta en hacer el bien delante de Dios. No hay juicio para los que hacen el bien delante de Dios. En todo tiempo habrá personas a las que simplemente no podremos agradar bajo ninguna condición, habrá aquellos que siempre tendrán algo negativo que decir de nosotros pero cuando estamos haciendo lo bueno delante de Dios los malos comentarios o desprecios más bien serán de bendición porque sabemos que detrás del desprecio del hombre viene la bendición de Jehová. Pero si no estamos haciendo lo bueno delante de Dios y estamos sufriendo es hora de cambiar.

La Lepra es una enfermedad que afecta el sistema nervioso y quienes la sufren van lentamente perdiendo la habilidad de sentir dolor hasta que llegan a un punto que, como no sienten dolor se causan grabes heridas que les causan perder las manos, los dedos, las orejas, la nariz por causa de infecciones. Eventualmente se deforman convirtiéndonos en una versión casi irreconocible de lo que antes eran. Porque al no sentir dolor tampoco pueden cuidar sus heridas. Ven la importancia del dolor? El dolor, eso que tanto despreciamos es un mensajero de Dios que nos ayuda a presevar y ganar la vida.

Que te duele? Has estado poniendo curitas (banditas) en heridas profundas? Has perdido la sensibilidad a la voz de Dios? Has dejado de escuchar la voz de tu espíritu que anhela una vida mas profunda con Dios? Los muchos golpes y el mucho sufrir en la vida te han privado de la habilidad de sentir dolor y ahora te sientes como muerto en vida sin propósito ni anhelos? Dios puede restaurar esa habilidad de amar nuevamente, de sentir, de llorar. No desprecies su mensajero (el dolor) escucha lo que dice.

Oremos en este día.

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Sed fortalecidos en Dios y en el poder de Su Palabra.