Un espejo que nos hace ver mejor de lo que somos

“Un espejo que nos hace ver mejor de lo que somos”

Escrito por Giovanni E Romero

Para generacionfuerte.com

Desde hace un tiempo comencé a notar que en las fotos que me tomaba salía mas pesado de lo que pensé que estaba. Por alguna razón en las fotografías, parado al lado de otras persona resultaba por lo general viéndome el mas pesado entre todos. No sabia la respuesta hasta que un día me percate que el espejo en mi cuarto, en el cual me miraba a diario mientras me preparo para salir de mi casa, tiene una virtud o defecto (depende que a quien le preguntemos). Mi espejo deshonesto me hacia ver delgado, la realidad lamentablemente era otra. Por algún tiempo había ignorado ciertas señales de que las cosas no estaban bien con mi peso; debí haberlo sabido cuando la ropa quedaba mas apretada o cuando me cansaba con facilidad pero preferí ignorar esas señales obvias.

Tuve que someterme a otras pruebas, tales como pararme en una báscula o balanza, y aun preguntar a algunos buenos amigos dispuestos a decirme la verdad, para finalmente darme cuenta que tenia una necesidad urgente de tomar medidas para bajar de peso.

Creo que esto refleja un poco lo que el Apóstol Pablo escribió en 1 Corintios 2:14 cuando dice: “El que no es espiritual no acepta las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son tonterías. Y tampoco las puede entender, porque son cosas que tienen que juzgarse espiritualmente”. (DHH)

Cuando una persona esta viviendo una vida desordenada y alejada de Dios es bien difícil encontrar la manera de abordarlos. De alguna manera se han convencido que todo en sus vidas esta bien, que no hay ninguna crisis ni necesidad de Dios. No hay argumento que logre convencerlos que si siguen por ese camino terminaran mal. Estos se han estado viendo así mismos en el espejo de la sociedad que se rodean y todo se ve normal; todos beben alcohol, todos usan drogas, mienten, son infieles, son injuriadores, y ninguno tiene interés en cosas espirituales. Han estado viviendo entre ciegos espirituales como ellos y no hay quien les indique que necesitan cambiar de rumbo.

Lo mismo nos puede pasar a nosotros lo que ya hemos conocido la Verdad. Podríamos fácilmente deslizarnos a la zona de la comodidad y la embriaguez en nuestra arrogancia espiritual que nos hace pensar que no hay nada malo con nosotros. Se requerirá la rápida intervención de amigos sinceros, la corrección del lente a través del cual nos vemos, y especialmente tendremos que reemplazar el espejo que estuvimos usando.

Nuestras vidas ya no deberían de reflejar nada de nosotros y todo de Cristo, es el reflejo de Cristo a quien los demás deben de ver cuando nos vean.

® Respete los derechos del autor.