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Vida Victoriosa en 3 Pasos.

Por Giovanni E Romero

Para: www.generacionfuerte.com

Un oyente me escribio diciendo que desde hace un tiempo se siente desanimado y sin proposito, dice que recien convertido se sentia feliz y lleno de deseos de vivir para Cristo pero que ahora esto se ha convertido en frustracion y desilucion.

Hay dos palabras que considero claves en este comentario y son la palabra desanimo y propósito. Este dia quiero hablarle de los tres pasos mas importantes en la vida cristiana para asegurar victoria diaria.

1. Obediencia

2. Aprender

3. Comunion

La Biblia habla extensamente de estos dos temas porque el desanimo y la perdida del propósito son problemas comunes que padecemos. Generalmente el desanimo es como comienza para muchos el camino de regreso pero obvio, no tiene que ser así.

Muchos jóvenes entregan sus vidas a Cristo y al principio experimentan la alegría del primer amor, los primeros días, y aun meses se sienten llenos animo y energía y anticipan la hora de irse a la iglesia y sentirse parte de todo lo que para ellos es de Dios. Cuando entregamos nuestras vidas a Cristo lo hacemos por obediencia al llamado y no nos debe caber duda de eso. Fue Dios quien nos llamo.

Pero porque y como llega el desanimo? Cabe mencionar que el desanimo no es un problema solamente de los jóvenes o de recién convertidos, el desanimo lo experimentamos todos en algún momento independientemente del nivel espiritual o nivel ministerial.. La diferencia es que el Cristiano que se ha ocupado de hacer sus tareas y adquirido madurez experimenta un desanimo que a veces lo paraliza pero el nuevo-convertido experimenta el desanimo que lo podría llevar a abandonar el camino de Dios.

Pero la vida Cristiana es una vida para ser vivida en abundancia de acuerdo a lo Jesús prometió que quienes bebiéramos de su agua no tendríamos mas sed. Dios quiere satisfacer toda necesidad en nosotros. La vida de Abraham refleja en muchos aspectos nuestra propia vida, examinémosla y veremos como podemos tener una vida victoriosa siempre.

Para comenzar al igual que nosotros Abraham recibió una gran promesa y el camino los tres pasos esenciales para obtener esa promesa que se le hizo. Seguir estos pasos nos hará hombres y mujeres poderosos en Dios, nos permitirá vivir una vida feliz en abundancia victoriosa, no seguir estos pasos representará vivir en un ciclo constante de desanimo y frustración.

Genesis 12:1 contiene la narración del llamado de Abraham: primero la demanda de Dios: Un día el Señor le dijo a Abram: “Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, para ir a la tierra que yo te voy a mostrar.

La promesa fue que si obedecía haría de el una gran nación; Dios le dijo: te voy a bendecir y hacerte conocido, y serás una bendición para otros.

El primer y mas importante paso es la obediencia. Dios mando a Abraham a salir de su tierra, de su parentela, esto podría traducirse a que el llamado inicial de Dios es a salir de nuestra área de comodidad, a salir de entre las personas que nos puedan ser obstáculo o estorbo en vivir la nueva vida a la que hemos sido llamados. Un error común entre jóvenes cristianos es que quieren vivir vidas victoriosas pero aun enrededados con las mismas amistades del pasado que les continúan hablando de los mismos temas que hablaban antes de su conversión. El mantener las mismas relaciones no nos permiten olvidarnos de nuestras actividades pasadas porque asociamos a estos amigos con las cosas que hacíamos antes y eso nos hace estar siempre en relación con el pasado. Cuando Dios nos habla de dejar nuestra tierra nos habla de hacer un cambio de ambiente total, no podemos continuar deleitándonos en la misma música de siempre, en los mismos programas de televisión de siempre, frecuentando los mismos sitios de siempre. Tenemos que romper con el pasado. Hacer hábitos constructivos nuevos.

Dios nos quiere para El y no quiere que nada ni nadie afecte esa relación. Dios prometió a Abraham una nueva tierra, le dijo que seria bendito, y prosperado pero la condición inicial fue abandonar su manera pasada de vivir. El primer paso es obedecer el llamado de Dios y abandonar todo lo que nos pueda estorbar en nuestro nuevo andar. No hay manera de evadir este primer paso porque este primer paso nos lleva a lo que vendrá después. La promesa de Dios para nuestras vidas son grandes y verdaderas pero tenemos que entrar en ese pacto con El. Sin obediencia no hay bendición.

Abraham obedeció pero a medias porque dice el relato que salio de su tierra pero se fue acompañado de su padre y su sobrino. En este caso el padre representa autoridad y el sobrino familiaridad. Muchos fallamos en alejarnos de las personas que tradicionalmente nos han influenciado y es difícil actuar con libertad cuando estamos siendo observados por personas que conocemos. En ocasiones incluso queremos traer a nuestros viejos amigos a la iglesia solo por sentirnos cómodos, esto puede ser un gran error como muestra el caso de Abram.

Eventualmente dice que de allí Abraham llego a un sitio llamado Harán y permaneció allí. Harán significa intercesión, o sea el lugar de decisión. Allí es donde muchos jóvenes viven sus vidas, siempre con dudas, siempre batallando con lo esencial, sin crecimiento, llenos de inseguridad. Allí es donde te estarás preguntando que voy a hacer? Hacia donde vas a ir? Hacia atrás a la soledad y falta de esperanza con que vivías antes o vas a continuar hacia la promesa?

Abraham tomo la decisión de seguir y llego a tres lugares importantes que representan nuestro andar.

#1 llego a un sitio llamado Siquem, Siquem significa hombro, el hombro es donde se acarrea el peso donde se ejerce la mayor fuerza. Una de las cosas mas importantes en nuestro andar es la determinación personal de serles fieles a Dios. Determinarnos a seguir, a luchar, a pelear por la bendición. Al principio cuando no sabemos mucho de nada, nuestra obediencia es basada en esa determinación de guardarnos para Dios usando nuestra fuerza interior. El dia que tomamos la decisión caminar en los camino de Dios Su Espíritu Santo viene a morar en nosotros y nos llevara al lugar en donde somos fortalecidos

La mas grande frustración que padecemos es cuando no percibimos cambios, cuando nos sentimos estancados. Este deseo por el cambio es puesto por Dios, El ha puesto el anhelo por crecer, por dar frutos en nuestras vidas. Y el no satisfacer este anhelo produce desilusión. Por eso es que no hay tiempo que perder, cuando la emoción de los principio comienza a desfallecer y empezamos a descender tenemos que tocar tierra corriendo para no caernos.

En Siquem había un llano donde estaba un árbol llamado More. More quiere decir el que enseña. El lugar adonde Abram llegaría seria Betel que quiere decir casa de Dios o sea, relación con Dios pero antes de entrar en esa comunión tenia que adquirir conocimiento, tenia que ser enseñando. Esto es bien importante, aquí es donde muchos jóvenes se desaniman porque al no aprender, al no pasar tiempo en la lectura y el estudio de la Escritura pierden el propósito. Meditando en esto se me ocurrió que esto es similar a cuando escogemos una carrera universitaria. Generalmente escogemos esa carrera basados en la información que tenemos sobre ella y nos atrevemos a tomar el reto del estudio y de hacer lo que se nos pida porque sabemos que al graduarnos recibiéremos la recompensa de un buen empleo y una buena vida. Justo lo que pasa en la vida Cristiana, a medida estudiamos y aprendemos mas de Dios nos vamos enterando mas y mas de Sus promesas y esa esperanza nos sostiene y fortalece en tiempos de cansancio o debilidad.

Cuando no somos diligentes en nuestros estudios desde un principio llegamos a clase pero sin saber nada, nos preguntamos que estaré haciendo aquí, pero cuando estudiamos la leccion estamos deseos de llegar y participar.

De allí Abraham salio hacia Betel, Betel quiere decir Casa de Dios, ósea presencia de Dios, debemos de llegar a ese punto en nuestras vidas en donde aprendamos a disfrutar nuestra vida cristiana y nuestra relación con Dios a diario. Esto es básico, muchos jóvenes disfrutan la compañía de sus amigos en la iglesia, disfrutan las actividades, los juegos, la música y demás pero no aprenden a disfrutar su relación con Dios. Sin relación no hay obediencia, la obediencia en la vida cristiana consiste en conocer la voz de quien nos habla, en conocer a Dios y que El es galardonador de los que le buscan. Esto dice la Escritura.

Y el tercer lugar donde llego Abraham fue a Hebron, Hebron significa comunión, o sea sentirnos parte de la comunidad de cristianos, pero note que no podemos tener comunión con los hermanos o con nosotros mismos sin primero tener comunión con Dios. No podemos llegar a Hebron sin primero pasar por Betel. Esta es la razón que muchos jóvenes cuando llegan a las iglesias prontamente te desaniman porque quieren establecer una relación con la gente antes de buscar establecer una relación con Dios. Como es lógico cuando hacemos nuestra prioridad conocer la gente y no a Dios resultamos defraudados.

Abraham cometió el error de quizás haberse ido muy pronto a Hebron y con el tiempo tuvo que volver a Betel, es allí donde debemos de habitar, en nuestra relación con Dios. Cada vez que nos desanimemos, que nos sintamos que no podemos mas, que nos sintamos que hemos perdido en propósito y que no tenemos metas en nuestro andar con Dios es porque nos hemos alejado de Betel, nos hemos ido a otros sitios, es tiempo de volver a Betel, es tiempo de volver a nuestra comunión con Dios.

En este día quiero animarte a poner en practica estos pasos, veras que funcionaran y te darán el animo y propósito para vivir. Especialmente harán que finalmente puedas quitar los ojos de tu necesidad y poner los ojos en Cristo, el autor y consumador de nuestra fe.

Oremos

 

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