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He hecho cosas malas y me quiero desquitar con alguien!

Génesis 4:6-7 Entonces el Señor le dijo: “¿Por qué te enojas y pones tan mala cara? 7 Si hicieras lo bueno, serias halagado; pero como no lo haces, el pecado está esperando el momento de dominarte. Sin embargo, tú puedes dominarlo a él.”

 El día que comprendí esta cita bíblica me quede sorprendido. Por mucho tiempo había creído que todo en Dios era garantizado, que yo solo tenia que creer y ya, y que si tan solo repetía una oración, si tan solo decía yo creo la felicidad, la buena vida, y todo lo demás ocurriría naturalmente. Sin embargo, estaba siendo confrontado con esta historia. En esta conversación Dios comienza preguntando a Caín el porque de su enojo, el porque de su tristeza, porque de su apariencia deprimida y luego prosigue a explicar a Caín que si el, Caín decidiera hacer lo bueno seria enaltecido (alagado, honrado), solo hasta entonces. O sea, ese enojo y depresión que Caín estaba padeciendo seria reemplazado como resultado de hacer lo bueno y que hacer lo bueno generaría elogios, o sea aceptación.

Para muchos esto es algo desconocido porque con frecuencia cuando se nos habla de la vida cristiana nos hablan de las promesas, de los beneficios, y de la esperanza pero no del compromiso. Especialmente en nuestros tiempos, pocos hablan de la necesidad de vivir vidas agradables a Dios.

 Para disfrutar de la bendición de Dios tenemos que obedecerle. Pero obedecer que? Como obedecemos una instrucción que no conocemos? Creer en la ley lo suficiente como para obedecerlo involucra saber que si no la obedezco habrán consecuencias. Obedecer a Dios involucra mas que un conocimiento etéreo, no como quien cree que la Tierra es el tercer planeta en el “Sistema Solar“. Cuando la Escritura nos habla de creer para ser salvos es una creencia cimentada en conocimiento y razonamiento, es creer en Dios como resultado de una relación con El.

Es además digno mencionar que “la ignorancia a las reglas no es excusa” o sea, no puedo clamar inocencia basado en que no sabia que tomar algo de la tienda sin pagarlo era un delito.

En mi experiencia personal y conversando con jóvenes, hombres y mujeres de toda edad he visto algo común; de hecho si hiciéramos una encuesta entre los jóvenes de nuestras iglesias y les preguntáramos cual es su estado de ser mas común generalmente la respuesta seria el desanimo, o sea al igual que Caín la mayoría sufre de animo decaído. Muchos sufren frustraciones y a menudo se convierte en tristeza, y depresión.

 Al igual que Caín muchos caminamos por la vida auto-justificando nuestra forma de vida. La mayoría tiene siempre buenas excusas del porque están en el estado de animo en que están. Y cuando somos confrontados por nuestras malas actitudes decimos “nadie es perfecto” o “estoy haciendo lo que puedo”, peor quizás aun, echamos la culpa a los demás por nuestra condición, Caín miraba la aceptación y el agrado de Dios por Abel como una afrenta a si mismo.

Caín estaba molesto y deprimido porque Dios no acepto su ofrenda y acepto la de Abel. O sea, ambos hermanos presentaron ofrendas, ambos sabían que a Dios se le ofrendaba, que a Dios se le buscaba agradar pero ambos abordaron su responsabilidad de una perspectiva diferente y Dios manifestó su agrado con uno y su rechazo del otro.

Dios le dijo a Caín que si <span>é</span> l estuviera dispuesto a cambiar entonces seria no simplemente aceptado pero enaltecido (elogiado). Dios también le dice que si no esta dispuesto al cambio, el pecado, que en este versículo es descrito como esperando fuera de la puerta del corazón de Caín, esta listo para saltar y tomar posesión de su vida. La manera que este versículo esta escrito describe el pecado como constantemente tocando, persistentemente cerca; siempre listo para tomar el control llevándonos gradualmente de un pecado a otro, la iniquidad incrementado en nuestras vidas.

Lamentablemente la advertencia de Dios a Caín no encontró un receptor dispuesto y ocurrió que el pecado se enseñoreó de el. No cometamos el error de minimizar el poder y consecuencias del pecado.

Caín padecía de los mismos males que nosotros padecemos; el orgullo y la depresión, estos son la combinación mas letal en la vida de cualquier individuo; Caín en su orgullo pensaba injusto que lo que el hacia no estaba siendo visto con buenos ojos. “Porque a mi?” El sentirse con derecho a ser aceptados por todos nos puede llevar a sentirnos rechazados por todos. Es precisamente el sentir que se nos esta haciendo una injusticia lo que nos lleva a sentirnos deprimidos y es la depresión que nos lleva a hacernos daño o hacer daño a otros.

David nos muestra como es la forma correcta de hacer las cosas. Cuando fall<span>ó</span> y fue advertido de su fallo fue y confeso su pecado y busco el perdón y la restauración. Salmos 51:8 dice: 8 Lléname de gozo y alegría; alégrame de nuevo, aunque me has quebrantado.

9 Aleja de tu vista mis pecados y borra todas mis maldades. 10 OH Dios, ¡pon en mí un corazón limpio!, ¡dame un espíritu nuevo y fiel!

El problema es que muchas veces ni siquiera sabemos que el arrepentimiento es la medicina, hemos creído lo que los demás dicen, que es una etapa, que todo mundo esta así, que se nos pasara, que es la edad.

Hablando en serio, si estas deprimido, enojado, frustrado, aislado, desanimado, confundido, pensando en culpar a alguien mas por tus problemas, creyendo que lo que necesitas es alejarte de Dios la respuesta es que no! Lo que necesitamos es simplemente hacer lo bueno y agradable delante de Dios.

Lo que necesitamos no es irnos contra todo mundo por no aceptarnos, lo que necesitamos es la aceptación de Dios, cuando estamos en paz con El nada mas importa, y deja de importar no porque nos volvemos cínicos y nos esforzamos por no hacer caso, nos deja de importar lo demás porque comprendemos que si tan solo encontramos refugio en Dios en su tiempo toda tormenta pasara.

 

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